He nacido, crecido y vivido casi toda mi vida en una villapueblociudad (nadie se pone de acuerdo en cómo llamarlo) muy peculiar. Tan peculiar, que hace dos siglos prácticamente no existía, y en menos de uno probablemente deje de existir. Llamémoslo La Villera, nombre ficticiado a partir de sus dos originales barrios, y que bien podría haberse llamado así, y coloquémoslo en un lugar particular: la cuenca minera asturiana, donde sí está.
Esto ya debería darnos pistas sobre por dónde van los tiros. Cuenca: río, valle, encerrado y encajonado sin lugar hacia dónde expandirse. Minera: tradicionalmente de izquierdas, con una actividad minera en terminando de ser reconvertida (o no), y con las consecuencias de eso. Asturiana: periférica de España y en ocasiones de la propia Asturias, con su cultura y particularidades, su extraño himno-canción y su dialecto del dialecto.(nota: me refiero al dialecto asturiano del castellano. Otro día hablaré sobre la llingua asturiana y sus peculiaridades; no hoy)
Durante unos cuantos días y entradas quiero hacer ver el mundo de esta la VPC (villapueblociudad) de La Villera a través justamente de los ojos que yo no tengo: los de los colores que la componen. Una reflexión sobre la decadencia, la vida, la industria, la economía, la política, y el día a día de este lugar a través de sus colores, que cuesta en ocasiones verlos difuminados en una maraña de pesimismo, pero que están ahí.
Por aquí os espero.
Esto ya debería darnos pistas sobre por dónde van los tiros. Cuenca: río, valle, encerrado y encajonado sin lugar hacia dónde expandirse. Minera: tradicionalmente de izquierdas, con una actividad minera en terminando de ser reconvertida (o no), y con las consecuencias de eso. Asturiana: periférica de España y en ocasiones de la propia Asturias, con su cultura y particularidades, su extraño himno-canción y su dialecto del dialecto.(nota: me refiero al dialecto asturiano del castellano. Otro día hablaré sobre la llingua asturiana y sus peculiaridades; no hoy)
Durante unos cuantos días y entradas quiero hacer ver el mundo de esta la VPC (villapueblociudad) de La Villera a través justamente de los ojos que yo no tengo: los de los colores que la componen. Una reflexión sobre la decadencia, la vida, la industria, la economía, la política, y el día a día de este lugar a través de sus colores, que cuesta en ocasiones verlos difuminados en una maraña de pesimismo, pero que están ahí.
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